En apenas cinco años los Contratos Plan del Departamento Nacional de Planeación Nacional (DNP) se convirtieron en un instrumento crucial para articular el desarrollo de largo plazo entre la Nación y el territorio, fomentar la concurrencia y alineación de inversiones prioritarias, fortalecer la descentralización, redistribuir la riqueza y enfrentar la inequidad y la pobreza extrema.
Esta figura de política pública, que fue importada de Francia al amparo de las buenas prácticas de la OCDE, es ahora un vehículo para la reconstrucción de las regiones golpeadas por el conflicto armado a través de los Contratos Plan para la Paz.