Bogotá 19 de Julio de 2019. En el año de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, el Gobierno Nacional y los departamentos de Arauca, Boyacá, Casanare, Cundinamarca y Santander firmaron el Pacto Territorial Bicentenario, un acuerdo marco de voluntades que busca la consolidación de inversiones en corredores viales estratégicos y en la competitividad turística de la región, con inversiones superiores a los $3,6 billones.
Esta iniciativa, incluida en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 Pacto por Colombia, pacto por la equidad, es el resultado de un proceso de coordinación y concertación entre los departamentos y el Gobierno, con el liderazgo del presidente de la República, y la participación de la Vicepresidencia de la República, el Departamento Nacional de Planeación, los Ministerios de Transporte y de Comercio, Industria y Turismo, junto con la bancada de la región. Este trabajo conjunto permitió identificar los proyectos de alto impacto y su ejecución contribuirá al desarrollo de los departamentos comprometidos, por un periodo de diez años.
Durante las diferentes mesas de trabajo se dejaron de lado los intereses particulares o seccionales de cada departamento para darle paso a un modelo de inversión regional concertado, aspecto fundamental de los Pactos Territoriales, que busca consolidar una alianza entre los diferentes niveles de gobierno, en función de un interés común.
Como resultado de las reuniones se consolidaron dos líneas temáticas de inversión para apalancar la competitividad de los departamentos que hacen parte de este Pacto: la primera, el fortalecimiento de la conectividad vial entre los departamentos de la Campaña Libertadora, que cuenta con ocho corredores viales priorizados con un valor estimado de $3,4 billones, y la segunda, el fortalecimiento de la competitividad turística de los cinco departamentos, que cuenta con un total de 68 proyectos priorizados en seis líneas estratégicas de turismo con un valor estimado de $223.123 millones.
No obstante, es importante precisar que el Gobierno, de la mano de las autoridades territoriales, identificará inversiones complementarias a las priorizadas en este instrumento que sean estratégicas para el desarrollo de los departamentos y municipios que hacen parte de este Pacto.
En el Pacto Bicentenario se consolida un modelo de inversión basado en la articulación y convergencia de fuentes de financiación, que parte de unas iniciativas definidas que consideran no solo las necesidades del territorio, sino también sus potencialidades, especialmente por su vocación turística, de acuerdo con el recorrido de la Ruta Libertadora, que se definió gracias a la recapitulación de los momentos más importantes de la Campaña Libertadora de 1819.
Los pasos siguientes para poner en marcha el Pacto Bicentenario inician con la instalación en julio de sus instancias de gobierno y gestión, integradas por el Gobierno y las entidades territoriales firmantes, y la definición del plan de acción para avanzar en la formulación y estructuración de los proyectos que así lo requieren. También, y de forma simultánea, se debe agilizar el cumplimiento de requisitos de los proyectos que ya están estructurados para aprobarlos ante las respectivas fuentes de financiación y así comenzar su ejecución este año.
Este Pacto, con el que se pone en marcha el Plan Nacional de Desarrollo, marca la ruta para continuar la implementación de las visiones de desarrollo de las diferentes regiones del país concertadas y plasmadas en el Pacto por Colombia, pacto por la equidad, que permitirán en el mediano plazo hacer las inversiones estratégicas que demandan los colombianos, con el fin de avanzar hacia un país equitativo mediante la promoción de la competitividad regional, el emprendimiento y la reducción de la pobreza.